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Melodía en Sol menor

Y viene el viento

Con su brisa fresca

Despeinando la tarde

Contentando al Jazmín

Que baila al compás

De esa melodía triste

En Sol menor

Que nos acompaña desde entones.

Antes era en La mayor.

La hamaca decolorada

Roja tiempos atrás

También baila con el vaivén

De la cadencia en menor

Moviendo sus flequitos

Sin gana alguna

Solo por recordarte

Y hacerte honor.

El buda en la mesita

Mueve con la brisa

Su cabeza sin parar

Aunque la risa que tiene dibujada

En su plástica carita

Pareciera tener por dentro

Una lagrimita

Que quiere ocultar.

La jaula de Chona

La lora,

Vacía y oxidada

Decorada la estancia

De soledad y ausencia

No oigo melodía

Solo el abrumador silencio

Retumba mis oídos

Y me hace salir corriendo del lugar.

Me siento en el porche.

Viendo la playa  recobro el aliento

Y mi respiración me hace recordar

Que sigo viva.

El árbol de Jazmín que está a mi izquierda

Decorando la entrada tu hogar

Me hace un guiño con el ojo izquierdo

Y con el derecho inundado

Me dice que está tan lleno de dolor como yo.

Viene la melodía de nuevo

En sol menor

Y el Jazmín baila

Y percibo su olor

El perfume de mi infancia

De la felicidad.

Mis piernas están inmóviles

Dormidas

Pero a rastras

Llego al corredor

Porque siento

Que algo me llama.

Veo la hamaca al fondo antes decolorada

Roja como la coronita del gallo,

Y empiezo a verte

Allí, tendido en ella

Risueño, sereno, paciente

Y de repente

La brisa fresca

Revuelve todo

Levanta el mantel redondo de la mesa

Voltea las sillas tejidas

Tumba los portarretratos con todos nosotros

Comienzo a escuchar a  lo lejos

nuestra melodía en La mayor.

Sorprendida y eufórica

Comienzo a dar vueltas y vueltas

Con tu sonrisa ahora en mis labios

Y olorosita a Jazmín.

Vuelan por el aire las arepas peladas

La bolsita grasienta de tus empanadas

La botella de suero y la de natilla

Y por fin: la música de fondo en LA mayor.

El reloj de corredor

Hace un solo con sus campanadas,

Todo se impregna de ti.

Cuanta felicidad se apodera de mí

Que mi alma explota

Y mi cuerpo no deja de dar vueltas y vueltas sin parar.

Mareada

Caigo sobre el piso pulido de terracota.

Frio.

Con escalofríos recobro el control de mi cuerpo

Y veo en el fondo

La hamaca decolorada

La jaula vacía

El buda llorando

Y al Jazmín perfumado

Pero bailando de nuevo

La melodía triste de tu partida

En Sol menor.

A la memoria de mi padre: Gonzalo Van der Biest (+09/11/18)

Lissette Van der Biest

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